lunes, 28 de octubre de 2013

La ultima semana del mes de octubre la dedicamos a una forma de arte verdaderamente original, que ronda más la artesanía, pero que no está exenta de creatividad. A buen seguro que para muchos constituirá todo un descubrimiento. Se trata Ian Davie, un artista que pinta en plumas de cisne, y que reside cerda del Parque Nacional de Snowdonia (Gales) - Reino Unido.

Este artículo apareció en el número 322 de GAL-ART, correspondiente a los meses de enero y febrero de 2011


Ian Davie, de 44 años, puede tardar hasta una semana para crear cada una de sus escenas detalladas en plumas de cisne con temáticas distintas. 

Es una operación larga, lenta y paciente, ya que después de limpiar las plumas que en su mayoría se encuentran sucias de forma individual se enderezan hacia fuera con las pinzas. Ian Davie, que reside en la actualidad en una casa de campo, convertida en Parque Nacional de Snowdonia (Gales), comienza su trabajo en un arduo proceso de pintar en las plumas que descarta de sus cisnes.

El artista dice: «Ya he esbozado lo que quiero lograr antes de empezar a pintar, sólo tengo un lienzo que es alrededor de un pie de largo y alrededor de tres pulgadas, así que tengo que saber exactamente el curso de mi pintura. Uso lo que en los círculos artísticos se llama un patrón, el cual lo paso sobre la zona que voy a pintar y a continuación, cuando inicio el acto de pintar el dibujo que se ha proyectado va desapareciendo». Sus temáticas son dulces, delicadas y reales como por ejemplo un faisán que se sienta en un tronco, o una nutria que persigue a su próxima comida... son los motivos de innumerables trabajos de Ian Davie. 

Empezó a pintar hace cinco años este estilo y tal vez sea el único en la actualidad que lo desarrolla y para ello utiliza una pintura acrílica especial para no dañar las plumas. Taxidermia, la agricultura y el trabajo como guarda de caza en los alrededores de Snowdonia era mi estilo y forma de vida. Pero hace cinco años descubrí para mi sorpresa que era un experto en la pintura dejando a un lado los lienzos y dedicarme a las plumas. Mi experiencia al aire libre la inicié en el País de Gales y de una manera extraña, pues me dedicaba a la taxidermia, contribuyendo a informar de mis animales y del paisaje.» Sin embargo, fue después de haber completado el trabajo en su casa de campo, convertida en la selva de Snowdonia en 2005 y que le llevó diez años de su vida,  que su arte se desarrolló de forma seria y concisa sabedor de lo que se exponía.



De casualidad, fue invitado a una fiesta en Nueva Zelanda, donde conoció a su esposa Tracey y, lo más importante, fue observar el arte plumario del pueblo maorí. En aquel momento, una idea iluminó su mente,  cuando hizo la comparación de lo visto y lo que poseía, y se dio cuenta de que en el parque de Snowdonia, había cientos de plumas de cisne en el suelo que podrían servir de soporte a su obra. Las fue recogiendo como si de lienzos de pintura se trataran. Cuatro años después, ya en la actualidad, estas plumas se encuentran en el mercado al rededor de £ 500 a £ 700 por pieza.

Ian Davie sigue experimentando y tratando de perfeccionarse, juntando piezas para que su valor sea mayor. Un buen arte que está al servicio de muchos compradores pero... el trabajo es lento y deberán de esperar los deseosos de esta pintura. Esperemos ver muchos años plumas de cisne decoradas. El callejero buscador.

lunes, 21 de octubre de 2013

Dedicamos el post de la penúltima semana de octubre, a un artículo aparecido en el número 331 de la revista Gal-Art, correspondiente
a los meses de Noviembre-Diciembre de 2011, en la sección: El desván de Minerva y dedicado al mar, 
como fuente inagotable de inspiración artística.








Para el ser humano que posea sensibilidad extrema y exquisitez en los sentidos, una simple palabra monosilábica como Mar, le lleva a surcar los infinitos vericuetos de la imaginación, para encontrarse en la cuna de las civilizaciones, Grecia, y rendir pleitesía a la suprema majestad de Poseidón, dios del mar, de las tormentas y de los terremotos, sin olvidar los dominios de Océano, hijo de Urano y de Gea, como enorme río que circundaba el mundo.














El mar, escenario de gigantescos fenómenos naturales, nos ofrece también riqueza de formas inesperadas, de alucinantes contrastes y de minuciosos trazos decorativos: un mundo de seres que viven en perenne renovación. Porque el mar es como la vida misma. El movimiento es sinónimo de existencia y el invariable e impertérrito rodar de las olas nos muestra una vitalidad constante: un dinamismo que conjuga la fuerza y la harmonía, el equilibro y el poderío, la energía y la grandeza.




La magnitud de los océanos simboliza lo infinito y lo eterno. Sólo de contemplarlos nacen sentimientos de libertad, de elevados ideales, de plenitud. El entorno marítimo, pródigo en formas y colores, tan múltiples y diversos despierta el entendimiento y da alas a la fantasía, tal como ilustran muchas de las obras de este artículo, donde sus autores, con pinceladas mil, infinidad de juegos cromáticos, luces sombrías y brillantes, intensas y tenues, ofrecen a quien los contempla lo bello y lo sublime de los paisajes costeros y de la fuerza de un mar bravío; lo cotidiano de las artes de pesca y lo extraordinario de una apasionada tormenta, el romanticismo de una mirada al mar y el sosiego en contemplar las olas, el atrevimiento y la osadía de un viaje en una goleta, y placentero caminar de pies desnudos por la orilla del mar.













El gran filósofo chino Confuncio, dijo en uno de sus proverbios: «El hombre bueno se conforma con mirar la majestad de una montaña. El hombre sabio prefiere la profundidad del mar». 

El desván de Minerva




lunes, 14 de octubre de 2013

Para esta semana, ofrecemos en nuestro blog de un artículo 
dedicado al fotógrafo francés Jean François Rauzier (1952), 
que desde 2002 ha revolucionado el mundo de la imagen con su técnica especial llamada HIPERFOTO,  una imagen creada 
por superposición y combinación mediante tratamiento 
de imágenes de centenares o miles de fotos –normalmente hechas con teleobjetivo- de un edificio o espacio interior o exterior. Yuxtapone las fotos después, formando un espacio nuevo, no existente en la realidad, pero montado a base de trocitos de realidad. 

Este artículo apareció en el número 330 - Octubre/Noviembre de 2011 de la revista GAL-ART

Viajar con el espíritu y la mente es uno de los mayores logros del ser humano, gracias tanto a su capacidad intelectual como al poder de la fantasía. Cerrar los ojos y dejar volar la imaginación a universos furtivos, privados algunos, y exteriorizados otros, es algo único y maravilloso que nos permite huir, sin casi desplazarnos, tanto de la cotidianidad de nuestras existencias, como de la gravedad de nuestras crisis personales.

¿Quién no ha sucumbido a mundos extraordinarios, tan sólo ciertos en el ensueño del ser humano?
Sin duda, Jean François Rauzier, no sólo se ha sumergido en los mares más recónditos de la creación, sino que para su goce, lo manifiesta y exhibe a la vista del espectador en una magnífica exposición con un título atractivo y sugerente: Voyages Extrarodinaires Barcelona (Viajes Extraordinarios Barcelona).

Tal como indica el excelente dossier de prensa facilitado por la entidad, se trata de una muestra en primicia de 30 obras, de las cuales siete están inspiradas en emblemáticos edificios de la Ciudad Condal, a través de la técnica llamada “hiperfoto”, de la que es artífice Rauzier, y que consiste en la creación de una imagen mediante un collage entre 600 y 1000 fotos, tomadas con teleobjetivo y posteriormente fusionadas, clonadas y mezcladas digitalmente.

La muestra ha sido posible gracias a Villa Del Arte Galleries, fundada en 1996 por Bert Van Zetten, Nemo Jantzen, Marcel y Jutta Huisman, cuyo compromiso es la pasión por el arte y el deseo de mostrar algunos de los artistas menos conocidos actualmente.

Jean François Rauzier se declara absolutamente barroco… pero del sur de Europa: “Me encanta ese Arte, es un himno a la vida. Su complejidad, sus contrastes y su generosidad exuberante… Al fotografiar las obras arquitectónicas del Modernismo de: Gaudí, Domènech i Muntaner, Puig i Cadafalch etc, Rauzier se sintió “exaltado por esas obras maestras. Me repetía sin cesar: están locos estos catalanes, más locos que yo (…) mi ambición es aun ir más lejos, prolongar el delirio de esos arquitectos…”


Pues benditas sean estas locuras, como máximo exponente de la creación y creatividad humanas. Contemplar el particular paraíso de La Pedrera de Gaudí, en unas dimensiones de 150 x 250 cm., con reflejos, animales exóticos y una puesta en escena densa e intensa, con claras connotaciones surrealistas, atrapa decididamente al espectador, que en el preciso instante de posar sus mirada sobre la obra, no puede resistir el pensar en adentrarse en ese entorno idílico y paradisíaco.

Idealismo y misticismo van de la mano en las hiperfotos dedicadas a la Catedral de Barcelona (Gótico) y la iglesia de Sant Pau. Ambas imágenes trasmiten equilibro e invitan a la paz interior, a la meditación. A través de unas dimensiones de aproximadas de 180 x 300 cm., el espectador puede perfectamente “perder el Oremus”, con los incontables y precisos detalles: flores, animales, ventanas, esculturas, vitrales, etc. etc. Obras llenas de fuerza y de espiritualidad, casi invitando a retornar a tiempos medievales, a la lucha por valores como el honor, la verdad, la libertad y por supuesto, la Fe.


No obstante, Jean François Rauzier, también sabe mostrar a través de su obra, un extraordinario sentido del humor no exento de ironía y crítica, a cual más mordaz. Montjuic-4 es una monumental imagen en perspectiva, de los nichos del cementerio de Montjuic, futuros “pisitos de protección oficial”, que acogen los restos mortales de nuestras almas. Un vergel de flores artificiales, rodeados de cielos grises. Penumbra, nitidez, perspectiva y mucho humor negro.

La serie Animals muestra grandes emplazamientos y entornos urbanos, arquitectónicamente realizados por la mano del hombre, pero poblados de animales tanto domésticos como procedentes de la Sabana africana. Interesante y profundamente filosófica la serie Bibliotecas, al igual que Babels.

Dos obras sin embargo, captan poderosamente el sentido estético de la muestra: Hospital de Sant Pau, cuyo montaje y puesta en escena recuerda poderosamente la arquitectura de la ciudad de Mongo, entorno urbano protagonista de las aventuras del héroe del cómic Flash Gordon – Rauzier es sin duda también muy cinematográfico – y Connecting People, una clara airada protesta sobre el comportamiento humano, el uso de la tecnología y un futuro cercano al Planeta de los Simios.

Una exposición cautivadora, atrayente, seductora, llena de magia y de misterio, absolutamente sorprendente, en perfecta consonancia y a la vez marcado contraste con el fondo permanente del Museu Diocesano, donde se exhibe documentos sobre Gaudí, y obras de arte de la Edad Media, Gótico y Renacimiento.

Jean François Rauzier es un fotógrafo innovador, y un artista sagaz y penetrante. Tal como manifiesta Pere Jordi Figuerola, conservador del Museo Diocesano: “Podemos pasar horas mirando sus creaciones preciosistas, que nos redescubren edificios históricos o paisajes conocidos, pero en las que, a la vez, vemos evocaciones del mundo imaginario del artista…”
                                                                                                                                     Marta Teixidó



lunes, 7 de octubre de 2013

Para esta segunda semana de octubre, os ofrecemos unas imágenes de la presentación del Diccionario Gal-Art 2012-2013, 
que tuvo lugar en la galería Esart de Barcelona el pasado 14 de septiembre, y del que se podrá obtener completa información 
a través de la edición Septiembre-Octubre de Gal-Art, 
que pronto saldrá editada.


EL DICCIONARIO GAL ART tiene por misión dejar constancia, en un solo volumen, de muchas de las exposiciones presentadas en el transcurso de un año; recopilarlas, sistematizarlas y facilitar el máximo número de información acerca de todo ello, y por ello publicamos el índice de artistas que aparecen. Y así, junto con la reproducción de una de sus obras, puede seguirse el acontecer de un gran número de expositores.

El resultado es la realidad artística. No entramos a valorarla, no es nuestra finalidad juzgar si el conjunto tiene o no calidad, si vivimos momentos de alta creatividad o si por el contrario se atraviesa una etapa de cierta confusión e incertidumbre. Simplemente exponemos lo que ha sucedido a través del Diccionario de Exposiciones y recogemos la presencia de los artistas en la parte del Diccionario dedicada a ellos.


El Diccionario recoge un amplio muestrario de artistas, desde los que inician su carrera -alguno de ellos ocupará un lugar destacado en el futuro, otros seguirán entregados al arte en una labor silenciosa, pero su exposición queda reflejada en nuestras páginas, facilitando así la labor de los futuros investigadores-, a los que conforman la habitualidad expositora. A través del actual y de los pasados volúmenes del Diccionario y los que puedan acontecer en el futuro, se podrá tener una referencia amplia, bastante completa de sus exposiciones.

Pretendemos también que el lector pueda llegar a conclusiones acerca de la obra de cada uno de ellos. Para conseguir este objetivo se han recogido múltiples textos acompañados por la correspondiente reproducción; se incluye la obra Al presentar el primer volumen del Diccionario, el correspondiente a los años 95-96, afirmábamos nuestra voluntad de convertirlo en una obra de consulta obligada por todos aquellos que están interesados por el Arte. Mantenemos el mismo criterio, alentados por el interés con que el Diccionario ha sido acogido.

Presentamos ahora el tomo correspondiente a los años 2012-2013... después de
un largo paréntesis y empezamos a pensar en el siguiente. Es el trabajo día a día lo que nos permite poner en el mercado español una obra que consideramos única, cumpliendo con el objetivo previsto cuando iniciamos su publicación.

a color en la parte del Diccionario destinada a los artistas -casi un centenar- junto con sus datos biográficos. Se convierte así el Diccionario en una obra de consulta para los profesionales, en un verdadero instrumento de trabajo.