domingo, 26 de abril de 2015

UN EXCEPCIONAL CUADRO DE RUBENS

Un artículo breve pero muy explicito dedicado a El Triunfo de la Eucaristía, una alegoría en favor de la Iglesia católica contra la Reforma y sus protagonistas.


En torno al año 1625 las relaciones entre  la infanta Isabel Clara Eugenia, gobernadora de los Países Bajos españoles, y Rubens eran excelentes, hasta tal punto que encargó al pintor el diseño de una serie de veinte tapices con destino al Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, fundado por Doña Juana de Austria, donde se conservan.

Todos los diseños, pintados sobre tabla, tratan del tema de la Eucaristía, dogma principal del catolicismo que la infanta defendía. Rubens realizó varios bocetos preparatorios para esta serie, que se encuentran entre lo mejor de toda su producción y muestran su característica expresividad y vitalidad así como un gran conocimiento de las obras de arte de la Antigüedad y el Renacimiento.

La serie tenía como tema el Triunfo de la Iglesia sobre sus diferentes enemigos: el paganismo, la herejía, la ciencia y la filosofía. A la hora de juzgar estos enemigos, situémonos en el Barroco para comprender mejor el encargo. El Triunfo de la Eucaristía sobre la Herejía es el más dinámico de la serie, destacando las diagonales y los escorzos tan del gusto del maestro, aún más marcados por el claroscuro y la intensidad del color.

La Verdad, representada como una mujer de rubios cabellos, es elevada por encima de las disputas de los hombres en el Tiempo. A sus pies caen los herejes, identificados en los rostros de Calvino y Lutero. La escena está pintada como sí de un tapiz se tratara, situándose entre las columnas salomónicas de los extremos, sujetas a un arquitrabe por anillas o angelillos, disposición totalmente barroca que recuerda a Rafael.

Las figuras se sitúan en primer plano, ocupando todo el espacio. El león y el zorro que luchan en primer plano, símbolos de fuerza y de astucia, están colocados fuera de la escena principal, reforzando la idea de que ésta es un tapiz. Al estar colocados ambos animales más cercanos al espectador hace que nos sintamos involucrados en la composición y participemos en ella. El Triunfo de la Iglesia y el Triunfo de la Eucaristía sobre la Idolatría también forman parte de la serie.  Redacción



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